Trainspotting

“Elige tu futuro, elige la vida. - Pero ¿Porqué iba a querer hacer algo así?. Yo elegí no elegir la vida; elegí otra cosa, ¿Y las razones? - No hay razones, ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”.

Si cada generación tuviese que elegir una película de culto de su época, o década, probablemente la elegida para los 90’s sería “Trainspotting”, una proposición del mundo de la heroína a cargo de Danny Boyle y Andrew McDonald sobre el libro de Irving Welsh. ¿Por qué? - Básicamente, por narrar la historia de un grupo de amigos que queman a fuego lento su existencia, en una visión satírica, frenética y arriesgada de disparates que encuadran el signo de los tiempos (mas o menos exagerado); las drogas y el rock, en un guión inmejorable, que representa fielmente la crueldad y dureza, de un estilo de vida que no está lejos de nuestro entorno.

Hablamos de una hora y media en la que se transmiten un sinfín de mensajes (Textos e imágenes) inquietantes y estremecedores, que nos llaman a elegir la vida (porque hasta que no se demuestre lo contrario, sólo tenemos una) en una entremezcla de humor, surrealismo y drama puro que deja una marca, una huella indeleble en el espectador.

Trainspotting, no es un film de drogas y alcohol, es una crítica social, que no se juzga por si sola, sino que pone de manifiesto la decadencia de un sistema que nos trata como números, clones sin vida que muchas veces escapan por las alternativas más fáciles; drogas y estupefactos, para que nosotros los evaluemos y nos juzguemos de ante mano. De manera que no es más que una metáfora el rol que cumplen estos fármacos en el film. Su fotografía es perfecta; nos muestra una Escocia hundida en foco diferenciado a los paisajes hermosos de Europa. Por otro lado, el reparto es brillante, donde definitivamente Ewan McGregor se roba la película con uno de sus mejores papeles, lo que se remata con la excelente banda sonora (Iggy pop, Atomic, Perfect Day). Ahora, ¿Qué significa “Trainspotting”? - Es un pasatiempo británico, la gente que no tiene nada que hacer, se sienta en las bancas de una estación de trenes y anota en una hoja los números de cada tren que pasa, por lo tanto, una práctica absolutamente inútil, pero que tal como la heroína, ayuda a pasar el rato. Un remedio que según el matiz puede ser bueno o malo, pero es sólo eso, un remedio, que está lejos de ser la cura, porque simplemente evita o pretende tapar el sol con un dedo.

"Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compac-disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige hipoteca a interés fijo, elige piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos, un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién chucha eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo, cagándote y meándote encima en un asilo miserable siendo una carga para los niñitos egoístas y hechos polvo que haz engendrado para reemplazarte."